Primera crítica del año. Sobre una película que fui a ver estas navidades aprovechando que tenía algo más de tiempo y podía sacar la cabeza de las oposiciones.
Se trata de "Un asunto familiar", dirigida por Kore-Eda Hirokazu y protagonizada por Lily Franky, Sakura Ando, Mayu Matsuoka, Kirin Kiki, Kairi Jyo y Miyu Sasaki.
Una familia que vive de la pensión de la abuela y de pequeños robos, encuentra a una niña en la calle muerta de frío. Aunque al principio tienen dudas, al final deciden quedarse con la pequeña. Viven felices a pesar de las dificultades, pero un incidente revela la verdad sobre esta familia y los lazos que la unen.
Tenía interés en ver esta película porque he descubierto en el cine japonés una belleza y una forma de mostrar la vida cotidiana que me resultan atrayentes. Y no me ha decepcionado, aunque me ha dejado un regusto amargo.
El tema que plantea la película es el significado de la familia, lo que realmente une a los miembros de la misma. Porque aunque se descubre la verdad sobre su origen, no se puede dejar de pensar que en verdad se preocupan los unos por los otros, que hay unas muestras de cariño que muchas veces no se ven en las familias tradicionales.
Pero el final es duro, te deja en el asiento pensando cómo es posible que a partir de una escena, cambie todo el tono de la historia.
Un historia de ritmo pausado con un giro que le da la vuelta a todo. Una película que sin mostrar escenas grandiosas, solo el día a día de una familia, consigue impactar por el dilema que plantea.
No es una película para ver si necesitas animarte, pero sí, si te gusta que te hagan reflexionar.
