Película
dirigida por George
Clooney y protagonizada por él mismo y Ryan
Gosling, entre
otros.
Nos cuenta
la historia de Steven (Gosling)
secretario de comunicación del gobernador Morris
(Clooney) en la campaña de las primarias demócratas para
elegir al candidato a la carrera presidencial. Defensor de aquello en
lo que cree, pronto se dará cuenta de todos los entresijos y el
juego sucio existente en la política.
La película
muestra lo que la mayoría ya sospechábamos: en la política no se
salva ni el apuntador. Por muy idealista que seas, por muchos
principios que tengas, es muy difícil no sucumbir ante el poder. No
existen los amigos, y no te puedes fiar ni de tu propia sombra. Es
raro que alguien metido en política no vaya con un puñal clavado en
la espalda.
Está bien
dirigida y montada (buen ritmo, buena combinación de planos y
diálogos) con una adecuada BSO. El guión es bueno. Aunque lo que
ves no es algo que te sorprende (ocurre en la realidad) te mantiene
enganchado, viendo la expresión de los personajes en aquellos
momentos en los que se están jugando todas su cartas, cómo si en
una partida de pocker estuviesen.
Respecto
a las actuaciones, el peso de la película lo lleva Gosling
(actor al que ya vi en “El diario de Noah”
y “Fracture”, y del que tengo pendiente de ver “Drive”)
y la verdad que lo hace bastante bien. Tiene la suficiente presencia
y buen hacer para llevar la película sobre sus hombros. El resto de
actores (Paul Giamatti, Marisa Tomei, Philip Seymour Hoffman..) dan la
talla. Clooney no lo hace mal, pero no es un actor que me fascine
especialmente. A mi parecer Gosling
le supera.
Os
dejo una frase de la película, que a mi parecer resume lo que
conlleva meterse en política:
“Vete
ahora que puedes. Si sigues en esto, acabarás siendo alguien cínico
y amargado”
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