martes, mayo 14, 2019

Juego de Tronos 8*05: "Las campanas"

Nos encontramos ante el penúltimo capítulo de la temporada y de la serie. Después de que el último capítulo dejase un poco frío al espectador, no se sabía si este capítulo remontaría o ya sería todo cuesta abajo y sin frenos.

Empezamos el capítulo con Jon llegando a Rocadragón y Varys esperándolo, el cual, dejando las sutilezas a un lado, le deja claro que apuesta por él como rey y no por Daenerys. Jon le responde que es fiel a su reina. Tyrion que lo ha visto todo y sigue teniendo fe en Daenerys y algo de miedo, le chiva a Daenerys la traición de Varys. La Reina de Dragones está totalmente hundida y se siente traicionada por Jon, que le dijo la verdad a sus hermanas (qué esperaba, Jon no quiere secretos con su familia) y por Tyrion que se lo dijo a Varys. Así que su primera acción es ordenar a Drogon que queme a Varys. Adiós al maestro de los chismes, fiel hasta el final a su idea de dar al pueblo el mejor gobernante que pueda tener. Más tarde Jon va hablar con Daenerys que aunque está dolida por todo lo que ha perdido y porque en Poniente no ha encontrado amor sólo miedo (si va exigiendo que la gente se arrodille ante ella sin más y si no les quema, mucho amor no puede esperar) se pone cariñosa con Jon el cual la rechaza aumentando más la ira de Daenerys. No le vendría mal recordar que Jon ha sido educado en el Norte por los Stark y el incesto no entra dentro de su educación.
Así que sólo le queda conquistar Desembarco y ahí se dirige. Tyrion le suplica que si suenan las campanas de la ciudad, señal de rendición, suspenda el ataque y Daenerys accede.
Y llega la batalla final, con Desembarco preparado para hacer frente al dragón de Daenerys y a su ejército. Y lo que prometía ser una batalla difícil se convierte en un paseo para Daenerys. En un momento diezma la flota de Euron, las ballestas apostadas en las murallas, y destroza las murallas (te lo tienes que creer un poco cuando en el capítulo anterior mataron a uno de sus dragones como si nada y en este ni rozan a Drogon). El ejército Lannister se rinde y las campanas suenan. En ese momento pensé que vaya batalla más corta, que si esa era la batalla final, apaga y vámonos. Es entonces cuando se produce el giro, el momento que te deja con la boca abierta. Porque Daenerys, llena de ira, no acepta la rendición y arrasa todo Desembarco con el fuego de su dragón, no sólo la Fortaleza Roja donde se resguarda Cersei, cosa que hubiese sido defendible, sino que cruza la línea roja que nunca debió traspasar y mata a miles de inocentes. Todo ante la cara incrédula de Tyrion y Jon que se dan cuenta en ese momento que eligieron muy mal a quien servir.
Pero no sólo ellos están ahí, el Perro y Arya han ido a la capital a cumplir con su venganza. Viendo la destrucción y dándose cuenta que Cersei va a morir de una forma u otra, el Perro le dice a Arya que se marche y deje atrás su venganza, si no quiere acabar como él. Y Arya recuperando algo de su humanidad le hace caso y se marcha dándole las gracias. Intentando salir de la ciudad y haciendo lo posible por salvar a sus habitantes de la destrucción, sobrevive a duras penas siendo testigo del mal causado por Daenerys. ¿Será posible que la reina que mate al final sea Daenerys y no Cersei? Lo veremos en el próximo capítulo.
El Perro obtiene su venganza y después de enfrentarse a su hermano, lo mata muriendo él también. El Perro ha sido un personaje ambiguo, cruel unas veces, amable otras y en cierto modo una figura paterna para Arya. Al final le coges estima y te da pena su muerte, aunque al menos cumplió su venganza y en cierta manera habrá muerto en paz.
Y entre tanto caos ¿qué ocurre con Cersei? Pues que viendo que ha perdido la batalla, la ciudad y todo lo que le importaba intenta escapar de la muerte. Acaba en la sala del mapa de Poniente mientras todo se derruye a su alrededor y ahí se encuentra con Jaime. Por que para mi decepción, Jaime no va a matarla, sino que va a morir con ella. Después de su arco de redención vuelve a la casilla de salida.
Jaime se había dirigido hacia Desembarco, pero fue apresado por los Inmaculados. Y gracias a Tyrion, que le ayuda a escapar para que logre convencer a Cersei de rendir la ciudad y luego escape con ella y su hijo no nato, llega hasta su hermana. No si antes de que ambos hermanos, en una de las mejores escenas del capítulo, se despidan sabiendo que no van a volver a verse. Tyrion y Jaime siempre se han querido y respetado, y aunque han tenido sus diferencias el vínculo entre ellos no se ha roto. Tal como le dice el enano, Jaime fue el único que no le trató como a un monstruo.
Así que cuando Jaime llega hasta Cersei ella llora aliviada y sorprendida de que su hermano haya vuelto con ella. Cuando quedan atrapados y todo se derrumba a su alrededor, Jaime le dice que nada importa, sólo ellos dos. Y mueren abrazados. Dejando a un lado que no me ha gustado la resolución de Jaime (volviendo con la persona que sacaba lo peor de él y con la que tuvo una relación tóxica), la escena entre ambos está muy bien interpretada y rodada, logrando que te emociones y hasta sientas lástima por Cersei, que siempre había sido una mala hierba.
Y así acaba la Batalla de Desembarco. Con una nueva reina llena de ira, con unos consejeros que van a tener que medir bien sus pasos y con la destrucción amenazando Poniente. ¿Por que qué impide a Daenerys destruir las ciudades que no le rindan pleitesía?


El capítulo me ha gustado bastante y me parece mejor que el anterior. Hay decisiones que no me gustan como la resolución de Jaime, que ahora los dragones sean intocables o esa absurda pelea contra Euron que se la podían haber ahorrado. Pero se respira la angustia y el caos, se muestra a los verdaderos perdedores de cualquier batalla, los ciudadanos de a pie que poco saben de las luchas de poder y sólo desean poder vivir un día más, y el apartado audiovisual es muy bueno. El guión es apresurado, como lleva siendo desde la séptima temporada, y habiendo hecho un par de capítulos más el producto podría haber sido más redondo, pero aun así se puede disfrutar de la historia.
La próxima semana el final, que de seguro será amargo y con sorpresas. Esperemos que se lo hayan currado y hagan un cierre decente.


PD: la tiranía de Daenerys y su frialdad, que ha sido la polémica del capítulo, se venía cociendo desde el principio de la serie, de manera sutil, pero ahí estaba. En Essos estaba rodeada de consejeros más sensatos que ella y las cosas le salían bien. Ahora en Poniente está perdiendo todo y su aura de salvadora elegida por el destino no convence a los habitantes del continente. No es que los guionistas hayan decido volverla loca de la noche a la mañana, es que en cuanto las cosas se le han puesto negras ha demostrado su verdadera naturaleza y no ha tenido a nadie que la frene.



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