sábado, octubre 05, 2019

Coblenza-agosto 2019

Este verano me tomé unos días de descanso e hice un viaje a Alemania para visitar a mi hermana en compañía de mi madre. Escribo la entrada con retraso, pero entre las oposiciones y el trabajo poco tiempo he tenido para ponerme a escribir.

Coblenza es una agradable ciudad situada en el centro de Alemania a un par de horas en tren de Francfort. Se sitúa a ambos lados del Rin en su confluencia con el río Mosela. Para llegar a ella hay que volar hasta Colonia o Fráncfort (el vuelo a Fráncfort es bastante más barato que el que va a Colonia) y de ahí coger un tren. Los trenes en Alemania no tienen asiento reservado, a menos que se pague un sobrecargo de 5 euros, y además no hay mucho sitio para dejar las maletas, por lo que al montarse en uno hay que buscarse un poco la vida. No obstante, es una forma cómoda de moverse por el país, sobre todo si se van a visitar los pueblos de la zona. 
Nosotras establecimos nuestra base en Coblenza. No puedo informar sobre opciones de alojamiento ya que me alojé en casa de mi hermana, pero sí que vi varios hoteles en la ciudad. 
Una de las cosas que más me sorprendió fueron las fuentes de la ciudad, que son preciosas. Hay una del Arca de Noé en la zona comercial que es una pasada. 
La ciudad tiene una zona más moderna cuyo centro neurálgico es la calle comercial, llena de gente durante el día, vacía a partir de las 18h, porque en Alemania se cierra todo muy pronto y la gente se va a sus casas. Igualito que en España que no nos vamos a casa ni pagándonos. 
Luego tiene su casco histórico que es precioso, con unas fachadas cuidadas y varias plazas donde pasar la tarde. Está muy cuidado.
Merece la pena ir al Deustcht Eck, punto de confluencia de los ríos Mosela y Rin, en el que hay una estatua gigante de Guillermo I (no sé si el señor tenía mucho ego o es que lo apreciaban mucho en su época). Otro lugar que no se debe dejar de visitar es el paseo que recorre el río, una zona tranquila y con unas vistas muy bonitas. Ideal para pasear, sentarte a ver pasar las horas….y con unas casas fantásticas. 
Otro lugar importante es el Palacio de los Príncipes Electores, residencia del emperador Guillermo I. El palacio fue destruido casi por completo durante la Segunda Guerra Mundial, siendo restaurado después. Actualmente alberga varias oficinas del gobierno federal. No es de lo más bonito que veréis en la ciudad, pero merece la pena visitar sus jardines, a los que se puede acceder de forma gratuita.

Cogiendo el tren desde Coblenza se pueden visitar en el día varios pueblos maravillosos:

Cochen. Un pueblo situado a orilla del río Mosela muy bonito. Es un pueblo turístico, pero se puede disfrutar de la visita. Caminando desde la estación, por la orilla del río, se ve una estampa muy bonita del castillo. El pueblo tiene tres puertas que se han conservado durante todos estos siglos y que hay que ir buscando. Las casas son muy bonitas y lo mejor es ir callejeando para ver el ambiente.
Se puede subir en telesilla a un mirador y una cruz, desde donde se ve el valle en el que se ubica el pueblo, desde allí las vistas son increíbles. El castillo se puede visitar con un guía que te enseña alguna de las habitaciones. 

St. Goar y el castillo de Lanhstein. St. Goar es un pueblo pequeño e idílico a orillas de río Rin con unas vistas de ensueño. Se puede subir por un camino hasta un castillo que ahora se utiliza como hotel. La subida se las trae, pero merece la pena ya que las vistas desde la terraza del hotel son preciosas.
El castillo de Lanhstein es uno de los más bonitos que he visto. Hay que subir por una escalera de 150 escalones y luego se sigue por un camino de tierra (en coche también se puede subir). Al llegar arriba encuentras el castillo. Un castillo que se ha conservado tal cual era originalmente. Es como entrar en la época medieval. Se visita con una guía y la entrada se compra en la misma puerta del castillo. Es una pasada. Desde la cocina medieval hasta las distintas habitaciones en las que cada generación ha dejado su huella, por lo que te encuentras con estilos renacentista, barroco e imperial. Una de las cosas más impresionantes que tienen es una casa de muñecas de tres pisos. Lanhstein no es un pueblo bonito, pero el castillo que esconde es de los más increíbles y mejor conservados que he visitado.

Vallendar. Cerca de Coblenza, se puede llegar a él en autobús o en barco. Nosotras fuimos en barco ya que el trayecto por el río es muy agradable. El pueblo es pequeño, pero acogedor. Ideal para pasear por la mañana o tarde.


Alemania es un país que más allá de Berlín, Múnich o Fráncfort tiene una variedad de pueblos esperando a ser descubiertos y disfrutados.


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